Llega el fin de año y necesariamente es tiempo de balances. Cuando uno piensa lo que ha pasado en el país este último tiempo, las dificultades y el momento que atravesamos como médicos nos viene a la mente una sola palabra: GRACIAS.

Gracias a los colegas que nos acompañaron y creen en que la unidad es la única manera de mejorar las cosas.

Gracias al compromiso de un gran número de médicos que apoyan a nuestro Centro Asistencial desde sus consultorios, comprendiendo que es el Sistema de todos los médicos y que hay que defenderlo, pese a las adversidades del contexto.

Gracias a quienes apoyan las medidas de fuerza que desarrollamos con aquellos sistemas que no se ajustan a honorarios razonables.

Gracias a la Asamblea de Socios que, por unanimidad, no dudó en aprobar la postergación del pago, para que nuestros jubilados puedan recibir un refuerzo a la ayuda que entrega la institución.

Gracias a los que, en silencio o a viva voz, nos acompañan en los numerosos reclamos y gestiones que hemos realizado en todos los ámbitos posibles. Ante Federación Médica, ante la Caja del Arte de Curar, ante el Colegio de Médicos, ante las Obra Sociales, incluso creando nuestros propios espacios, convocando a otras gremiales. La insistencia y la fuerza de ese apoyo nos ha permitido volver a tener plena representación y ser un referente de la región.

Gracias a los colegas que nos acompañaron desinteresadamente en el testeo del nuevo sistema de estampillado electrónico. Un proyecto impulsado por nuestra entidad que quiere cambiar y mejorar la situación jubilatoria de todos los médicos. Somos nosotros, los médicos de esta región, quienes fuimos a mover las estructuras de la Caja para desarrollar un proyecto tecnológico que permita mejorar la recaudación. 

Gracias a los que creyeron en nosotros.  Creemos que le volvimos a dar voz a nuestros socios; estamos orgullosos de haber transparentado procesos y, pese a un contexto muy poco amigable desde lo social y económico, logramos mejorar y profesionalizar la gestión, poner las cuentas en orden, poner el foco en la capacitación de nuestros colegas como una misión institucional; recuperar espacios edilicios que estaban deteriorados. Y, como dijimos, reconstruir relaciones institucionales y volver a ocupar lugares de discusión que se habían perdido.

No es poca lo realizado en apenas tres años, pero queremos hacer mucho más. Tenemos la esperanza de que un nuevo contexto de país nos permita continuar fortaleciendo la institución para la prosperidad de todos los colegas.

¡Feliz Navidad y Próspero año nuevo!